viernes, 23 de febrero de 2007

Supplice infâme!

Quizás nos cueste ubicar estas dos palabras en una ópera de repertorio como la que va a ser la protagonista de hoy. Si os digo que es el inicio de una de las cabalettas más famosas de la historia de la ópera quizás os extrañeis. Pero sin embargo si las sustituimos por sus equivalentes italianas lo más seguro es que los nubarrones de nuestra mente desaparezcan y lo veamos ya mucho más claro: "Di quella pira". Efectivamente: os estoy hablando de Le Trouvère, la versión francesa de esa obra que Giuseppe Verdi firmó y que hoy día es ópera de repertorio: "Il Trovatore"

Como es sabido, el libreto de esta ópera tiene su base literaria en “El Trovador”, un drama en cinco actos firmado por el español Antonio García Gutiérrez. La acción del original literario se desarrolla en la España de 1409. Entre sus protagonistas encontramos a la joven Leonor de Sesé, dama de compañía de la reina, a su hermano don Guillén, de gran peso dramático en el transcurso de la obra, al conde de Luna y al trovador protagonista, don Manrique. Sin embargo, el personaje más interesante y complejo lo constituye la gitana Azucena, que ha acogido en su seno al trovador como si fuera su verdadero hijo. Durante el transcurso de la obra se retrocede a 1390, año en el que la madre de Azucena fue acusada de asesinar al hijo del anterior conde de Luna. Cuando el pequeño murió, la gitana fue capturada y ejecutada. Azucena entonces juró vengar la muerte de su madre y arrojó al otro hijo del conde a las llamas. Sin embargo quedó horrorizada cuando se percató de que en realidad el pequeño al que había sacrificado era su propio hijo. Ante tal terrible confusión, la gitana raptó al niño que pretendía sacrificar, no confesándole en ningún momento sus orígenes cuando Manrique creció. Una vez adulto, el trovador se enamoró de la joven Leonor. Desafortunadamente su enemigo, el actual conde de Luna, ama a la misma mujer, iniciándose así la obra propiamente dicha y de desarrollo argumental sobradamente conocido por la ópera verdiana, con libreto de Salvatore Cammarano, que realizó varias modificaciones de respecto a “El Trovador” de García. Uno de los grandes errores cometidos fue el de suprimir uno de los personajes más importantes de la obra literaria: el del hermano de Leonor, don Guillén, además de suprimir varias escenas de importancia argumental que convierten al libreto en un texto bastante complejo e incluso absurdo por momentos.
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“Il Trovatore” fue estrenado en el Teatro Apollo de Roma el 19 de enero de 1853, obteniendo un gran éxito. Cuatro años después llegaría la versión francesa de la obra, que es la que hoy nos ocupa. El estreno de “Le Trouvère” tuvo lugar en el teatro parisino Salle Le Peletier, el 12 de enero de 1857. Según los documentos de la época, las funciones recaudaron en total 6.358,93 francos. De esta cantidad, Verdi tan sólo recibió un escaso 5%, lo que representa tan sólo 375 francos. Sólo en ese mes de enero, la ópera se representó ocho veces. Ante el éxito, el teatro decidió comprar los derechos del título al compositor con el objetivo de tener la exclusividad de representación, es decir, la obtención de los derechos de la ópera por parte del teatro haría que tan sólo la Salle Le Peletier estuviera autorizada a representar la ópera. Verdi accedió a la propuesta, por lo que obtuvo un beneficio de diez mil francos. Mientras tanto, el cercano teatro Salle Ventadour ofrecía en total trece representaciones de “Il Trovatore”, “La Traviata”, “Ernani” y “Rigoletto”. Esto significa que en ese mes de enero de 1857 era posible ver en París funciones de cinco óperas verdianas, algo que dice mucho a favor del éxito y prestigio del que gozaba el compositor de Busseto en la capital de Francia.
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“Le Trouvère” e “Il Trovatore” no presentan grandes diferencias una respecto a la otra. La más evidente se refiere al ballet que toda ópera estrenada en París debía contener. Verdi decidió introducirlo en el tercer acto con la excusa argumental de un festejo en el campamento militar de las tropas del Conde de Luna. En total, el compositor escribió cinco números para el ballet: Pas des Bohémiennes; Gitanilla; Sevillana; La Bohémienne y Galop. La segunda diferencia la encontramos en el final de la ópera, de mayor entidad dramática que la de su hermana melliza italiana. Así, en “Le Trouvère”, tras la muerte de Leonore, se escucha de fondo como se entona el “Miserere”. Mientras tanto Azucena, ante estos cantos, grita: “¡Cielos! ¡Los sones de la muerte! ¡Mi hijo!, ¿dónde está? ¡Hijo mío, hijo mío! ¡Van a matarlo, van a matar a mi hijo! ¡Dios mío, ten piedad! ¡Ten piedad de mí!” Manrique asiste a estas desgarradoras confesiones pero sin resistirse a su destino decide seguir a su amada en su desventura. El Conde de Luna se muestra inflexible y finalmente Manrique muere. Azucena, cegada por la ira, desvela entonces al Conde que en realidad el trovador era su hermano, culminando la ópera con un tremendo “¡Oh, terror!” por parte del Conde de Luna. El final de “Il Trovatore” es más violento que el de “Le Trouvère”. Aquí, Manrico es ejecutado fuera de escena. Cuando el Conde de Luna regresa al escenario, Azucena le desvela que acaba de asesinar a su pobre hermano, poniendo ella punto y final a la ópera de forma lapidaria: “Madre, has sido vengada”..

La versión que os presento es la que la discográfica italiana Dynamic grabara durante unas funciones celebradas en Martina Franca en agosto de 1998:.
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Estamos ante una grabación interesante desde el punto de vista musical pero que desgraciadamente presenta varias carencias desde el punto de vista vocal. El aqui llamado Manrique es cantado por un Warren Mok que en varias ocasiones se ve sobrepasado por las exigencias de la partitura. Se muestra voluntarioso y valiente, pero no es suficiente para rubicrar una buena prestación. Su enamorada Léonore es tarea de Iano Tamar, una soprano que belcantiza el papel. Dramáticamente muy metida en faena pero no acierta a atinar con el estilo que necesita el rol. Peor panorama encontramos con la Azucena de Sylvie Brunet, de timbre metálico, frío, no especialmente bello y con un vibrato en ocasiones bastante descontrolado. Mejor resulta el Conde de Nikola Mijalovic, de voz rotunda y autoritaria, en una interpretación muy interesante. El reparto lo completa Jae-Jun Lee como Fernand, Philippe Casado en la parte de Ruiz, Angela Masi en el rol de Ines, Jean Paul Cinelli dando vida al gitano y Emil Alekperov en la corta parte del mensajero. Sin embargo, lo mejor de la grabación es sin dudas la estupenda dirección que Marco Guidarini hace de las formaciones orquestales y corales tradicionales de Martina Franca: la Orchestra Internazionale d´Italia y el Bratislava Chamber Choir.
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Aqui os dejo los enlaces a la grabación. A disfrutarla, Gazzetistas:
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5 comentarios:

Antonio Domínguez Luque dijo...

Por un descuido mío, la pista 27 del primer CD está defectuosa. Aqui os dejo el enlace para que podais bajar la pista correcta:

http://rapidshare.com/files/18224912/27.mp3

Anónimo dijo...

Caro Antonio:

Qué menos puedo sino agradecerte, y como te decía anteriormente, no sólo en nombre mío sino también de mi padre. Hace más de 10 años estábamos buscando alguna versión de "Trovatore" en francés y gracias a ti, hemos podido saldar una deuda con la ópera y con el tiempo. Sinceramente, como siempre te digo, agradecerte lo mucho que hacés por quienes amamos la ópera, es lo menos que podemos hacer. No puedo sino seguir deseándote éxitos en esta empresa tan grata que has emprendido con esta hermosa Gazzetta. Nuevamente, infinitas gracias. Fuertes abrazos. Possa.-

Unknown dijo...

los links estan muertos suban el CD de nuevo por dios!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

los links estan muertos suban el CD de nuevo por dios!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

Hola como esta amigos? yo se la tema es differente pero quise compartir con usted!excursiones en estambul